Libros que me arañan un poquito el alma

Nada



Es la primera vez en meses que subo a casa y lloro, abrazada a mi madre como alguien que lleva escrito en la frente la palabra cansancio, mientras escucha de quien le transmite fuerza, la palabra adelante. Ando vertida en una espiral de aceptación en la que cada vez me encuentro más y más cerca del epicentro.

Podría explicar los motivos por los que me siento dentro de una armadura, aunque me he limitado a mi misma a poner barrera a los sentimientos desbordantes para que únicamente se desborden cuando se abran las puertas de la presa que sostiene tanto embalse. 

Puedo enrabietarme contra los sentimientos y las injusticias relativas a ellos, pero no puedo cambiarlos, porque solo dóciles y calmados se adaptarían al medio y sabemos que para ellos no se han inventado domadores capacitados. 

Pero me enfado, y siento rabia, frustración, tristeza, redención, cansancio y disidencia por cada uno de los que forma parte de este cuerpo, de este alma. Y no puedo hacer nada para contenerlos cuando lo único que quieren es ser escuchados, sabiendo que aquello que necesitan es a lo que no van a recurrir porque tienen en una pirámide elaborada de manera calculada aquello que provoca su daño.  

Asique me siento y les escucho, de manera hábil y muy poco brusca para que por lo menos puedan sentirse escuchados por mi, aunque no les sirva y aunque necesiten más. 

En esa espiral de aceptación está lo que me ayuda a avanzar y lo que me retiene, lo que representa dualidades pero no llega a ser negativo, porque se mantiene danzando de un polo a otro y cuando parecía restarme me demuestra que está sumando. 

Siempre hago de mí algo triste, aunque por fuera haga risa. Hoy me permito hacerme a mí misma un poco más comprensiva, acepto situaciones y las dejo que vuelen y se marchen y pasen y duelan y se claven.

pero luego las dejo que sanen, que broten, que intenten resurgir.

las necesarias son aquellas que son de verdad. 

y no hay nada más de verdad que aquello que nace del amor y del dolor. 

no tengo nada más verdadero que todo lo que siento. 

y nada será más verdadero que todo lo que he dado. 

no he perdido nada por dar. 

has perdido tú por no tenerlo. 

únicamente como compensación a lo que merezco

me diré que no puedo luchar contra sentimientos injustos

pero puedo evitar que corrompan a los míos

jaque mate  

aunque jamás sabré jugar a no querer. 








No hay comentarios:

Publicar un comentario